Encontré hace unos días estos muñecos de mi infancia en un mercadillo. Menos mal que todavía una parte de mi cerebro piensa como el de una niña. Nada mas llegar a casa les he dado una buena utilidad.
Serán los guardianes del cargador del móvil que nunca encuentro.
Ahora lo tengo a mano, a la vista y bien recogido.
Espero que os guste mi idea. Por cierto con un muñequito que les acompañaba, le he pegado detrás un imperdible y me he hecho un pin para una cazadora.
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